¿Por qué
realizar una hidroterapia del colon?
La
alimentación actual ha ido evolucionando a un consumismo excesivo, se ha disparado el consumo de proteínas de origen
animal, harinas y azúcares refinados que, junto con el número de colorantes, estabilizantes
y todo tipo de conservantes añadidos a los alimentos llegan a ser de 3 o 4
kilos por año, de los cuales, algunos… los menos… son inocuos. De los demás,
desconocemos los efectos a largo plazo.
Si
añadimos la ingesta indiscriminada de antibióticos, tanto los prescritos por
facultativos como los que ingerimos al comer carne, consumir tabaco, alcohol,
café y el resto de drogas nos podemos dar cuenta de la sobrecarga que
provocamos al intestino. Es más, si hay un cúmulo de toxinas cuando existe una
evacuación normal (al menos una vez al día) ¿qué se puede esperar en casos de
estreñimiento?
Esta
contaminación ocurre a lo largo de toda la vida y son las bacterias
intestinales, lo que denominamos flora intestinal, las que deben luchar contra
tanta contaminación. Cuanto más sucio y contaminado esté su
hábitat (el colon), más cambio de flora existe, pasando de una población
positiva a una flora patógena que actúa en contra de nuestra salud.
Existen 100 billones de bacterias intestinales, diez veces más que todas las
células que tenemos en nuestro cuerpo. Cuantas más bacterias contaminadas y
patógenas tengamos, más afectarán a nuestra salud.
La
presencia de restos tóxicos en el intestino provoca irritaciones en la mucosa
intestinal, favorece los fenómenos de putrefacción (presencia de gases) y
provoca el paso de toxinas al resto del organismo.
Una gran parte de las
enfermedades que nos afligen hoy da están relacionadas con la alimentación. El
40% de los tumores que nos afectaron al final del siglo XX estaban relacionados
con el colon.
La
acumulación de toxinas en el COLON sobrecarga, por la vena porta
(A), el hígado (B). Este órgano fundamental es el encargado de filtrar y
limpiar toda la sangre. Así, la acumulación de toxinas en el COLON provoca un
trabajo excesivo del hígado. Estas sustancias nocivas se extienden por el
sistema linfático y sanguíneo, asentándose en nuestro organismo. Lo que puede
llegar a afectarle completamente (tanto al cerebro, corazón, riñón y como a la
totalidad de las células del cuerpo).
El
ejemplo más significativo de lo real de todo lo anterior ocurre cuando se
padece una hepatitis. Esta provoca el cansancio y agotamiento de todo el
cuerpo, junto con una coloración tóxica característica.
“LA ALTERACION DE LA FLORA INTESTINAL CAUSADA
POR LOS MALOS HABITOS ACTUALES SON LA ENTRADA DE MULTIPLES ENFERMEDADES”